domingo, 30 de diciembre de 2018

La espectativa de ser tú.

No importa lo que hagas, cuanto cambies, cuanto ames, lo que dejes atrás, tus virtudes, tus defectos.
Jamás será suficiente.
No pretendas llenar un lugar, espectativas, un corazón.
No pretendas ser la primera opción.
No pretendas que te amen como tú amas a los demás.
No pretendas que te acepten como tú aceptas a los demás.
No pretendas que te elijan como tú elijes a los demás.
Vales más que una noche de llanto, que un corazón roto por quién no te valora.
Cada quién te da el lugar que quiere en su vida. Pero tú... Tú tienes la dichosa oportunidad de elegir si ese es el lugar que quieres.
Eres luz, eres todo para una sola persona y eso debería bastarte.
Debes llenar tus propias espectativas, superar tus propias metas, aceptarte a tí mismo, amarte como eres.
En esta noche comprendí que no me conformo con una parte.
Lo quiero todo.
Y voy por todo.
Me merezco todo, porque doy todo.
No quiero amigas a medias, no quiero amores a medias, no quiero metas a medias. Fui mediocre en muchos aspectos de mi vida. No quiero serlo más.
Brillo, todos los días, en cada lugar. Llorar no me impide seguir encandilando. No soy tu mejor opción, creo que no soy la mejor opción de nadie. Cometo infinidad de errores, desde que despierto hasta que duermo. Te fallaré, te dejaré más de una vez cuando me necesites, te echaré en cara lo que por ti haga, te reprocharé cada error. No tengo porque valer algo para ti, ¿no?
Pero hay algo que te aseguro que si haré bien. Te querré con locura, me preocuparé por ti, siempre pensaré en como ayudarte, aunque no sea lo que necesites. Y siempre que cometa un error contigo, lo arreglaré, aunque me lleve la vida entera hacerlo.
Yo se lo que valgo, lo que brindo, ¿y tú?

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