viernes, 31 de mayo de 2019

31 de mayo

Hoy es un día que deberé recordarlo el resto de mi vida: el día que comprendí que jamás seré feliz.
Al principio lloré al darme cuenta de ello, sentí que desperdicie infinidades de deseos de cumpleaños en un imposible. Pero debo admitir que asumir esta situación fue beneficioso, luego de la tristeza inicial llegó un momento de paz.
Hace un mes, más o menos, siento que lo único que hago bien es a nivel académico (aunque una carrera de cuatro años me este llevando seis). Estoy privándome de lo que quiero en pos de promesas futuras.
Vil mentira.
A nadie le importa lo que anhelo. Estamos inmensos en un mundo futurista, egoísta e individualista, dónde sólo uno mismo puede y debe brindarse lo que desea.
A veces comprendo a quienes eligen bienes materiales por sobre relaciones humanas. Nadie dará su vida para tu felicidad, por más que tú si la des por la de ellos.
Todo era mas sencillo cuando no sentía nada.